Visto que estamos ingresando a un nuevo año electoral no
podemos no ponernos a reflexionar sobre la realidad política de nuestro país y
el nivel de los “representantes que tenemos”. Uno de los más prominentes
líderes políticos del siglo XX, Winston Churchill, dijo en una ocasión “Cada
pueblo tiene los gobernantes que se merece” y aunque no resulte muy como
admitirlo tiene toda la razón. Tiene razón cuando dejamos de cumplir por
convicción nuestros deberes y obligaciones cívicas y nos empezamos a volver cómplices
de un esquema prebendario y clientelista con la pasividad que nos caracteriza
ser ciudadanos virtuales que solo nos quejamos en redes sociales y no asumimos
el rol y compromiso de ser ciudadanos reales que salen a las calles a reclamar
su derecho y/o reclamarlo en las instancias correspondientes, nos volvemos
cómplices cuando no cumplimos con nuestras obligaciones con los impuestos y con
el cuidado del medio ambiente, nos volvemos más cómplices cuando normalizamos
la violencia de género y la violencia hacia los sectores más vulnerables de la
población como lo son las niñas, niños y adolescentes, nos volvemos cómplices
cuando decimos “yo no me meto en política” (refiriéndose a los partidos
políticos y los espacios de decisión) dejando cancha libre a aquellos que no
les interesa ni un poquito el bien común y el bienestar de la ciudadanía.
Edmundo Rolón Osnaghi, ex diputado y actual director de
planificación estratégica del TSJE,
decía vez pasada que es muy difícil que un ciudadano trabajador hoy
pueda hacer carrera política ya que “el dinero desplazo a la política de la
política” y hoy vale más el caudal financiero que la coherencia y la
preparación de una persona y seguidamente otra persona dijo “nunca en la
historia, el Paraguay fue conducida por una elite tan poco culta como hoy en
día” y de ellos somos los únicos responsables por nuestra complicidad y
mediocridad social.
Mientras el debate se siga manteniendo en torno al dinero de
un candidato, en torno a la reelección y los programas de farándula y no se
centre en los problemas reales como la educación, el endeudamiento público y no
nos involucremos en los espacios de decisión más allá del voto, seguiremos
teniendo y muy a pesar mío los gobernantes que nos merecemos.
Claudio Ramírez, Psicólogo Empresarial (Reg. Prof. 5188),
correo: claudioramirezparaguay@gmail.com